domingo, 31 de agosto de 2014

ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA EL MANEJO DEL ESTRÉS LABORAL EN EL MUNDO DE HOY

Hace unos días me comentaba una paciente adulta: “no puedo dormir, me siento cansada, desmotivada y tengo tarea acumulada en el trabajo, no sé por dónde empezar, no entiendo lo que me pasa ¿por qué no puedo responder como antes, a las exigencias laborales?, siento ahora que cada vez es mayor la presión”.

Escuchar estos comentarios, nos hace pensar en el estrés laboral, que cada vez es más frecuente en nuestra sociedad, especialmente porque los tipos de trabajo han ido cambiando en las últimas décadas y las exigencias de hoy en día, son cada vez  mayores.
Resulta ser aceptable que las personas experimentemos un cierto nivel de presión, que nos permita mantenernos en alerta, motivados para aprender y desarrollar nuestra creatividad, dependiendo de las habilidades y características personales.

Sin embargo, el estrés laboral surge cuando esa presión del entorno supera los conocimientos y  la propia capacidad, siendo esto difícil de controlar, pudiendo perjudicar nuestra salud física (problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, náuseas, tensión muscular, contractura, taquicardia, etc.) y emocional (ansiedad, mal humor, inseguridad, irritabilidad, dificultad para concentrarse, miedo, temor, etc.).

Planteamos algunas estrategias para enfrentar el estrés laboral:
  • Analiza e identifica las razones que te preocupan.
  • Organiza tus prioridades y tiempo, poniendo límites y dándote licencia de decir NO.
  • Enfócate en las tareas con optimismo, procurando controlar los pensamientos negativos.
  • Dentro de tus actividades incluye momentos placenteros, como lo artístico, social, ente otros.
  • Practica algún deporte (yoga, pilates, ciclismo, caminata, etc.) que ayuda a calmar y canalizar las tensiones.
  • Procura descansar en las noches entre 7 u 8 horas.
  • Mantén una dieta balanceada.
  • Evita el exceso de cafeína,  alcohol y tabaco.
  • Aprende ejercicios de respiración y relajación.
  • Intenta darte un pequeño descanso (minutos) entre horas, como una manera de despejar tu mente, piensa en un instante en algo placentero, agradable y date un gustito. 
Ten en cuenta que si  sientes que estás demasiado tenso o ansioso y te resulta difícil manejar la situación, consulta a profesionales capacitados (psicólogos, consejeros, orientadores) para que puedan brindarte ayuda individual.


Ivonne  Santiváñez P.
Psicóloga-Psicoterapeuta
Miembro del Equipo Directivo