miércoles, 28 de febrero de 2018

“La etapa de adaptación de los niños al nido”


El ingresar al nido, supone un cambio importante en la vida del niño, pasa de un ambiente familiar, conocido, con rutinas establecidas que le proporcionan seguridad y protección, a un ambiente desconocido, con otros niños y adultos, y con nuevas rutinas a las que se tiene que acomodar.
Durante este periodo,  es importante que exista un soporte emocional, de los padres y el nido. Una adecuada intervención y acompañamiento con afecto, paciencia, transmitirá en el niño seguridad, confianza y tranquilidad, haciendo que este proceso de adaptación sea más llevadero y en un menor tiempo.
Cada niño es diferente, cada uno tiene un ritmo distinto y un proceso individual de adaptación. Durante este periodo los niños pueden pasar por variadas manifestaciones, llantos, pataletas, dejar de comer, pegar, no querer ir a dormir, incluso pesadillas, otros se retraen, se muestran callados, se aferran a la mamá o algún objeto traído de casa, por el contrario otros pueden adaptarse de forma rápida y contentos, pero es importante la observación en cada uno de ellos, apoyándolos en su proceso,  mostrándoles confianza, seguridad y sobre todo respetando su proceso.
De igual manera, los padres también pasan por un periodo de adaptación a esta situación, algunos tienen  angustia, temores y comienzan las dudas, ya se acerca de la profesora, la metodología, el nido.
Lo primero para todas estas manifestaciones es importante que exista una comunicación constante entre el nido y los padres, para calmar estos sentimientos de inseguridad, los que son transmitidos después al niño.
El rol de la educadora es muy importante, ella debe ser muy empática con los padres, contenerlos, así  como crear un vínculo estrecho con el niño, ir conociendo poco a poco sus gustos, intereses, lo que le agrada o le desagrada, creando así un clima afectivo, adecuado y amable para el niño.
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Algunas recomendaciones para que este proceso sea de una forma adecuada para todos:
  • Puedes ir con tu pequeño a visitar el nido con anticipación, conocer a la profesora e incluso jugar con él ahí por un momento.
  • Ideal si puede tener un tiempo de juego con la profesora, creando un vínculo, en un ambiente cálido y acogedor.    
  • Es importante conversar con la profesora sobre la estrategia más adecuada para lograr la adaptación del niño, ya que no todos los niños requieren el mismo proceso.  Algunos niños se quedan solos desde el primer día, otros buscan el apoyo o la presencia de mamá, papá o su nana los primeros días.
  • Si el niño requiere que una persona de su entorno este dentro del salón, dejar que esta persona pueda estar durante los primeros días y poco a poco, según observe la profesora, esperar afuera del aula, hasta que su presencia ya no sea necesaria.
  • En un inicio, dejar que vaya al nido por tiempos más cortos, así se podrá ir feliz a casa y es bastante probable que quiera regresar al día siguiente.
  • Es muy importante la puntualidad, sobre todo a la hora de la salida, que no sea de los últimos porque empieza a sentir mucha angustia pensando que sus papás no regresen.
  • Si el niño necesita llevar un objeto de casa, al salón, como  su trapito, babita o un muñeco favorito, deje que lo haga.  De esta forma se lleva un poco de casa al nido y esto le da mucha seguridad.
  • Si los padres están muy inseguros con el proceso de adaptación, es importante que busquen conversar con la profesora sobre sus inquietudes.

Verónica de la Peña
Terapeuta de Lenguaje y Aprendizaje
Miembro del Equipo de Colaboradores