martes, 22 de agosto de 2017

El pequeño cascarrabias y cómo ayudarlo en su frustración

Es frecuente estar en un lugar y ver un niño llorando,  haciendo una rabieta o gritando o con su carita muy molesta.
Pensemos qué hay detrás de esta conducta,  quizá está disconforme con alguna situación, algo que le molesta, por ejemplo un niño de 6 años que quiere realizar los juegos de su hermano de 12 y siente que no lo alcanza ni puede llegar a los puntajes del hermano mayor y siempre se está comparando y por tanto se molesta. Algo que puede aliviar esta situación es que cada uno de los hermanos tenga su espacio con un amigo de su edad. 
Imagen relacionadaAsimismo cuando las exigencias van por encima de su nivel de desarrollo el niño experimenta la sensación “yo no puedo”, “no me va a salir”, busquemos tanto que  los juegos como  los juguetes  estén de acuerdo a su edad para que  vaya desarrollando mayor confianza en sus capacidades y más seguridad personal, estará así más satisfecho consigo mismo.
Analicemos también los modelos de conducta que en este sentido dan los padres: cómo reaccionan cuando algo no sale como ellos esperan, cómo manejan la frustración, cómo expresan su molestia. Los niños pequeños van internalizando estos patrones de comportamiento.
El pequeño “cascarrabias” manifiesta esas reacciones porque es la única manera que tiene para  expresar sus emociones, poco a poco va  aprendiendo a poner en palabras lo que siente.  Lo podemos ayudar, sintonizando con sus sentimientos, diciéndole por ejemplo: “sé que estás muy molesto porque no puedes ir al parque ya que está lloviendo mucho, mas bien podemos  jugar algo juntos en casa”.

Margarita Arboleda B.
Psicóloga-Psicoterapeuta
Miembro del Equipo Directivo