viernes, 23 de enero de 2015

“Nuestro pequeño no tolera la frustración”

Cada vez con más frecuencia escuchamos este comentario, y aunque no crean, están hablando de niños de apenas 2 años de edad. ¿Si a esa edad no es lícito ser intolerante a la frustración?, ¿entonces cuándo lo va a ser? Lo que sucede es que un niño de 2 años está en la edad de afirmarse, de probar qué cosas puede hacer. Por eso lo vemos caminando, buscando qué descubre e intenta realizar por sí solo una serie de cosas, como armar torres, que con alguna frecuencia se le caen; comer solo, y muchas veces voltea la cuchara y la comida se cae; quitarse la chompa, pero se enreda; subir escaleras sin que nadie lo acompañe o ayude y muchas cosas más. 

Cuando las cosas no le resultan bien, rompe en llanto, no se consuela y no permite que lo ayuden. Entonces los mayores opinan que no tolera la menor frustración.  Sucede que a esa edad el niño debe probar sus nuevas habilidades y por ello se embarca en nuevas aventuras, pero al no tener éxito siempre en sus intentos, llora, porque ese el lenguaje que tiene para expresar su desconcierto y pesar, todavía no lo puede hacer verbalmente.

A esa edad debemos propiciar que
  • Empiece a comer solo
  • Que trate de ponerse o quitarse una prenda de vestir.
  • Que manipule objetos, como bloques de madera, y arme sus construcciones.
La frustración en dosis aceptable, es parte del desarrollo.
¡POR FAVOR NO HAGAN LAS COSAS POR ÉL!

   Carmen Fernández G.
Psicóloga-Psicoterapeuta 
                                                 www.centrodeasesoriapsicologicatikay.com

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