miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Cuándo enseñarles a leer y escribir a los niños?

Una pregunta polémica, que se realiza constantemente es, cuando comenzar a enseñar a leer y escribir a los niños. Las opiniones sobre esto son muy variadas y contrapuestas.
Lo que debemos de tener claro es, que el aprendizaje es un camino que se inicia desde la vida intrauterina. En relación al lenguaje el bebé primero emite sonidos, luego silabeos y palabras. Poco a poco empieza a expresar ideas mediante frases sencillas hasta que consigue luego expresarse de forma fluida y compleja. Así, una vez que dominamos los mecanismos básicos del lenguaje oral, se inicia otro gran reto: aprender a leer y escribir, característica típicamente humana,  en donde intervienen muchos factores, sobre el que recaen diferentes influencias. Es el hecho de poder transmitir mensajes, pensamientos e ideas a través de símbolos. De tal forma que dichos mensajes perduren en el tiempo sin necesidad de que emisor y receptor coincidan en el tiempo. Este aprendizaje entonces es mucho más que un conjunto de formas gráficas, es un objeto social para cada persona y es parte de nuestro patrimonio cultural.

Los niños inician el aprendizaje de la escritura en los más variados contextos, ya que la escritura se encuentra presente en todos los ambientes que nos rodean y el diario vivir nos pide constantemente el uso de la lectura de esta. Los niños entre 4 y 5 años, dentro del conjunto de representaciones gráficas, son capaces de diferenciar lo que es el dibujo y lo que no lo es, y más adelante sabrán que esos que no lo son, se llaman letras o números, que son para actividades específicas: leer y escribir, que con ellas podemos informarnos y transmitir sentimientos, acontecimientos y situaciones personales y grupales al mundo que nos rodea e involucrarnos en él.

Emilia Ferreiro, psicóloga argentina e investigadora de la lecto-escritura, afirma que ningún niño urbano de 6 años de edad comienza la primaria con total ignorancia con respecto a la lengua escrita. La información recibida, por diferentes fuentes ha sido necesariamente elaborada, asimilada por los niños para poder comprenderla. Solamente es posible atribuir ignorancia a los niños preescolares cuando pensamos que el “saber” acerca de la lengua escrita se limita  netamente y exclusivamente al conocimiento de las letras.
Intentando responder a la pregunta, el aprendizaje para la lecto- escritura, es un camino que depende mucho más de las experiencias cotidianas, de estar en contacto con la lengua escrita que de cualquier otro factor que se involucre. Entonces, más que enfocarnos a los ejercicios tradicionales de preparación (los cuales vendrían a ser una ejercitación motriz y perceptiva), habría que dar una mayor mirada a las experiencias, vivencias y el contacto que el niño tiene con el lenguaje oral y escrito, que este sea algo significativo para él, promoviendo así  procesos, que ayuden al desarrollo afectivo y cognitivo del niño.
 Se debería permitir en los centros infantiles, las diferentes experiencias con el lenguaje escrito, ya sea a través de ambientes ricos en escrituras diversas: escuchar leer en voz alta (cuentos, recetas, cartas),  poder ver escribir al adulto algo de su interés, tener la intención de escribir (sin estar copiando patrones), asociar letras, así como reconocer semejanzas y diferencias en las series de letras, observar de las señales y símbolos que hay a su alrededor, es decir poder jugar con el lenguaje escrito y oral.

Entonces también, a dar otra mirada y valorar los garabatos y trazos que realizan nuestros hijos espontáneamente, en ellos se observa las primeras expresiones de comunicación previas a la escritura y lectura. 

Escrito por Verónica de la Peña (Especialista en Audición-Lenguaje y Problemas de Aprendizaje) para el portal de la revista Padres de Hoy 
                                                                 www.centrodeasesoriapsicologicatikay.com

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