Durante estos últimos años, se observa a muchos niños utilizando cada
vez más la tecnología y en algunas ocasiones mejor que los adultos. Las famosas
tablets están jugando un papel protagónico en los niños muy pequeños como parte
de sus juguetes. Los niños desde temprana edad, las utilizan y pueden
aprender a jugar, ver películas, fotografías y mucho más, ya que estas son de
muy fácil manejo.
Muchos papás piensan que
este tipo de actividad, fomentan el desarrollo y aprendizaje, así como lo
utilizan para entretener a sus hijos y mantenerlos ocupados mientras están en
el carro, en un restaurante o incluso en la misma casa, la realidad es que
están cometiendo un grave error.
En diferentes estudios
realizados se ha observado que el uso de estos aparatos, podría
dañar el desarrollo neurológico y la interacción personal de los niños pequeños.
También se dice que mucho tiempo tras la pantalla se ve asociado con problemas
de comportamiento y poco desarrollo social en niños más grandes.
La Academia Americana de
Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría establecen que los bebes de 0 a 2 años no deben tener ningún
contacto con esta tecnología, de 3 a 5 años restringirlos a 1 hora por día, y
de 6 a 18 años de 2 a 3 horas por día según la edad. Lo cierto es que muchos de los niños y
adolescentes en la actualidad utilizan de 4 a 5 veces más esta tecnología que
la cantidad recomendada.
La Academia Americana de Pediatría ha realizado diferentes estudios en
donde se ha observado que el uso de
estos equipos en niños de 2 años no es
recomendable ya que, pierden habilidades
sociales básicas y sacrifican más de lo que creen. Dañan las retinas
oculares que no han madurado a su corta edad al estar expuestos durante
demasiado tiempo a las pantallas brillantes. Además, el desarrollo muscular no
llega a su desempeño ideal al no escribir o realizar actividades motrices.
El uso temprano, así como
el uso excesivo de estos aparatos tecnológicos generan diferentes dificultades
en el desarrollo normal de un niño y un adolecente en etapa de crecimiento,
puede generar o estar asociado a problemas de déficit de atención y de aprendizaje,
retrasos cognitivos. Se ha observado también aumento de la impulsividad y
disminución de la capacidad de autorregularse. El uso de estas tecnologías
también disminuye como dijimos el movimiento, pudiendo generar algunos retrasos
motores, disminución en la fuerza muscular de los dedos y sedentarismo. Genera
en algunas ocasiones, trastornos en el sueño, problemas de vinculación con sus
pares y demás personas, aislamiento del niño y dificultad para ser empáticos. Así
también puede generar futuras adicciones. Por último, las radiaciones generadas
podrían afectar la salud del niño.
Hay que saber entonces, desde cuándo puede acceder el
niño a esta tecnología y cuánto tiempo es el adecuado. Poniendo siempre los
límites claros y consistentes en su uso.
Recalcar que el juego en estas edades cumple un papel
fundamental, así como el contacto humano que ellos puedan tener. Es sabido que
para que un niño crezca de manera adecuada lo más importante sobre todo es la
calidad de tiempo que pasa con sus padres y familia, así como las exploraciones
y experiencias que realice en su entorno.
Escrito por Verónica de la Peña (Especialista en Audición-Lenguaje y Problemas de Aprendizaje) para el portal de la Revista Padres
Escrito por Verónica de la Peña (Especialista en Audición-Lenguaje y Problemas de Aprendizaje) para el portal de la Revista Padres
No hay comentarios:
Publicar un comentario