Podemos empezar
haciendo un paralelo observando que así
como los adultos conversamos, trabajamos, el niño juega, acciona. Es así como conoce el mundo, plasma emociones que experimenta ante las diversas circunstancias que le toca vivir; crea, imagina
y comparte con otros niños, socializa.

Como ilustración
tenemos el juego de un niño de 5 años que no quería ir al colegio y jugando
había construido una casita, un colegio
y de un momento a otro dijo que había un temblor y lo que se derrumbó fue justamente el
colegio “ya no hay colegio y nadie lo puede arreglar”.
Les agrada jugar
solos por momentos, por ejemplo construyendo, armando o jugando con
muñecos, muñecas y en otras
ocasiones buscan compartir su juego con otra persona de la familia o piden que se les
invite amiguitos. Unos se vuelcan al deporte, otros
hacia el arte, les encanta pintar, por ejemplo.
En la actualidad
vemos muchos niños con interés por los
juegos electrónicos, que si bien los hay educativos, pero no es lo más
recomendable para estas edades.
¡Démosle
a nuestro niño un tiempo diario para expresarse a través del juego!
Escrito por Margarita Arboleda Boza (Psicóloga-Psicoterapeuta) para el Portal de la Revista Padres de Hoy. www.centrodeasesoriapsicologicatikay.com
Escrito por Margarita Arboleda Boza (Psicóloga-Psicoterapeuta) para el Portal de la Revista Padres de Hoy. www.centrodeasesoriapsicologicatikay.com