“Hace unos
días escuchaba a una madre preocupada porque su niña de 7 años no quiere ir al
colegio y llora continuamente diciendo que en los últimos meses del año pasado,
las demás niñas no le dejaron jugar, la insultaron y se burlaron de ella, teme
que eso vuelva a suceder”.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿se
trata de acoso entre niños?, ¿esa actitud está intimidando a la niña? ¿qué está
ocurriendo con los niños que agreden?
Quizás podemos señalar que cuando
hablamos de acoso entre niños, nos
referimos al comportamiento agresivo
que recibe un niño por parte de sus compañeros, que suele ser intencional y reiterativo a lo largo
del tiempo. Mediante el cual el pequeño agresor establece una relación de poder y
dominio, busca hostigar, intimidar, dañar, asustar, amenazar, atentando con la
estabilidad emocional del otro niño. Pueden ir desde agresiones psicológicas
verbales (burlas, insultos, enviando mensajes insultantes por medio del correo)
y no verbales (hacer gestos groseros, miradas de desprecio, ignorar, aislar,
excluir) hasta agresiones físicas (patadas, peleas, tirones de pelo).
Probablemente el niño agresor tenga dificultad en
ponerse en el lugar del otro y viva una relación familiar poco afectiva.
Mientras que el niño victima puede tener
una baja autoestima, angustia, es más sensible, frágil y no puede reaccionar defendiéndose.
Cómo podemos ayudar los padres?
- Participar e involucrarse en las actividades de la vida escolar. Tratar de mantener comunicación con los profesores del colegio.
- Establecer contacto con los otros padres del grado, conformando una red de comunicación para que se informen lo que sucede con sus niños en el colegio.
- Mantener canales de escucha y diálogo que permita al niño la confianza en manifestar situaciones o incidentes que le hagan sentirse incómodo. Ayudarle a expresar sus sentimientos.
- Entender su malestar, poniéndose en su lugar, comprendiendo lo que está sintiendo.
- Procurar que el padre controle sus reacciones, evitando gritar y censurar.
- Observar la actitud del niño como una manera detectar señales de agresión.
- Fomentar la autoestima del niño.
Ivonne Santiváñez Pineda
Psicóloga-Psicoterapeuta
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