miércoles, 28 de septiembre de 2016

Acoso entre niños

“Hace unos días escuchaba a una madre preocupada porque su niña de 7 años no quiere ir al colegio y llora continuamente diciendo que en los últimos meses del año pasado, las demás niñas no le dejaron jugar, la insultaron y se burlaron de ella, teme que eso vuelva a suceder”.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿se trata de acoso entre niños?, ¿esa actitud está intimidando a la niña? ¿qué está ocurriendo con los niños que agreden?
Quizás podemos señalar que cuando hablamos de acoso entre niños, nos referimos al comportamiento agresivo que recibe un niño por parte de sus compañeros, que suele ser intencional y reiterativo a lo largo del tiempo.  Mediante el cual el pequeño  agresor establece una relación de poder y dominio, busca hostigar, intimidar, dañar, asustar, amenazar, atentando con la estabilidad emocional del otro niño. Pueden ir desde agresiones psicológicas verbales (burlas, insultos, enviando mensajes insultantes por medio del correo) y no verbales (hacer gestos groseros, miradas de desprecio, ignorar, aislar, excluir) hasta agresiones físicas (patadas, peleas, tirones de pelo).
Probablemente el niño agresor tenga dificultad en ponerse en el lugar del otro y viva una relación familiar poco afectiva. Mientras que el niño victima puede tener una baja autoestima, angustia, es más sensible, frágil y no puede reaccionar defendiéndose.
Cómo podemos ayudar los padres?
  • Participar e involucrarse en las actividades de la vida escolar. Tratar de mantener  comunicación con los profesores del colegio.
  • Establecer contacto con los otros padres del grado, conformando una red de comunicación para que se informen lo que sucede con sus niños en el  colegio.
  • Mantener canales de escucha y diálogo que permita al niño la confianza en manifestar situaciones o incidentes que le hagan sentirse incómodo. Ayudarle a expresar sus sentimientos.
  • Entender su malestar, poniéndose en su lugar, comprendiendo lo que está sintiendo.
  • Procurar que el padre  controle sus reacciones, evitando gritar y censurar.
  • Observar la actitud del niño como una manera detectar señales de agresión.
  • Fomentar la autoestima del niño.
Ivonne Santiváñez Pineda

Psicóloga-Psicoterapeuta

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