Muchas veces escuchamos a los chicos comentar: ¡mi mamá me ha quitado el playstation por un mes, pero ella es buena porque me deja jugar algunos días…!
Creemos
que es un error frecuente ceder frente a la insistencia de nuestro hijo. Si
esto sucede, genera mayor confusión, perdemos credibilidad, dañamos nuestra imagen
de autoridad y se corre el riesgo de posibles problemas en los límites.
Sabemos que
nuestra labor de padres en la educación
de los hijos es una tarea muy difícil, pero no imposible. Quizás podamos partir
de la premisa de lograr un equilibrio entre ser afectuosos, tiernos y firmes a
la vez. Es decir establecer un vínculo de amor, con reglas y límites claros en
la convivencia, que le permita a nuestro hijo desde pequeño desarrollar una
personalidad segura, confiada y
responsable de sus actos.
En este
sentido, es necesario que seamos consistentes en nuestra postura, seguros de la
decisión porque si nos retractamos, ellos sabrán la próxima vez, cómo hacer
para lograr lo que quieren.
Debemos
lograr que nuestros hijos tengan referentes y parámetros estables, por ejemplo
que si hoy está mal poner los pies en la pared, mañana también estará errado.
Es importante explicarles el motivo por lo que no se puede hacer determinadas cosas
y las consecuencias respectivas.
Finalmente,
recordemos que es algo fundamental tener
coherencia entre lo que decimos y hacemos!!!
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