Es una preocupación
urgente, pues los niños están cada vez más expuestos y es importante que sepan cómo deben protegerse.
La explicación verbal por sí sola no llega tanto a los niños
pequeños, ya que su mente necesita ejemplos concretos: cuentos, fábulas, dramatizaciones,
para llegar a ellos.
Cuando hablamos que
sí deben confiar y creer en papá, mamá y en algunas otras personas,
pero no en otra gente, podemos aludir al ejemplo
de la Caperucita, que se llevó un gran susto y corrió peligro por escuchar y hacer caso a un extraño, señalando que pueden pasarla mal si hablan con algunas
personas que ellos no conocen.
También la viejita
que le ofrece la rica manzana a Blanca Nieves
y la manzana estaba envenenada, así ellos no deben recibir ninguna comida ni
regalos de extraños, porque puede pasarles algo feo como le sucedió a Blanca
Nieves.
Los juegos de títeres y dramatizaciones constituyen
otra alternativa, creando historias en la que los niños cumplen un rol
protagónico y tienen que responder ante la presencia de alguien que no conocen
y les propone hacer alguna actividad como ir al parque, a pasear o les invita
algún dulce.
De esta manera recogemos cuáles son sus temores y vamos
dando herramientas para que sepan cómo responder en una situación de riesgo.
Es bueno que los padres verbalicen las conductas de
cuidado como: “cierro bien la puerta de la casa porque
puede entrar un ladrón”, “no debes quedarte solo en el carro porque es
peligroso”, etc.
Escrito por Carmen Fernández G.(Psicóloga-Psicoterapeuta) para el portal de la Revista Padres de Hoy
www.centrodeasesoriapsicologicatikay.com
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