“Cómo
repercuten los primeros cuidados de la infancia en su desarrollo”
En la primera etapa
de la infancia (de 0 a 1 año 6 meses aproximadamente) resaltamos la importancia de la manera cómo una madre se
acerca a su bebé, lo atiende. Se forma
una diada y entre los dos se va tejiendo un vínculo de dependencia muy especial.
Una mamá bien dispuesta es la que mira a los ojos a su bebé,
le habla, le canta, lo acaricia, lo mece, está atenta a las señales y responde
a ellas. El bebé no necesita una madre perfecta, solo “una madre suficientemente buena”, como nos dice Winnicott. En esta
etapa la tarea del padre es sustancialmente sostener, apoyar a la madre.
Si un bebé se siente querido, protegido, cuidado, atendido
en sus necesidades desarrollará, como
lo menciona Erick Erickson, el
sentimiento de confianza básica
en las personas que lo rodean, algo muy saludable y que teñirá su estilo de
interrelación.
Sabemos que los malos tratos, la violencia, el abandono, la
negligencia interfieren en el desarrollo y dejan huellas, muchas veces
irreversibles.
Si en el núcleo
familiar se da un ambienta estable, donde se vive la preocupación por el otro, donde
se escuchan, se validan las ideas y sentimientos de cada uno de sus miembros, se
estará cultivando la capacidad de empatía y la capacidad de enfrentar el
estrés, contribuyendo al bienestar.
Barudy, en “Los buenos tratos en la infancia” nos
dice que: “El cuidado mutuo y los buenos tratos son una tarea humana de vital
importancia que moldea y determina la personalidad, el carácter y la salud”.
Margarita arboleda
Psicóloga Psicoterapeuta
No hay comentarios:
Publicar un comentario