martes, 21 de abril de 2020

Mientras respire seguiré luchando

En un abrir  y cerrar de ojos ¡todo cambió! Y qué hacemos? Hay dos opciones: una, me quedo paralizado o  me encierro, me  deprimo ?¿ niego lo que está sucediendo y quiero seguir como siempre? o  abro los ojos, me enfrento a la situación  y trato de ponerle ganas a ver cómo vivo esta nueva vida, cómo le saco algún provecho para mí y para los demás? ¿Intento adaptarme y voy  creando nuevas formas de vivir esta situación?

Nadie dice que es fácil, creo que en un primer momento todos pasamos por la sorpresa, desconcierto, miedo a la situación, desconfianza, dudas, frustración, impotencia, rabia, elementos semejantes al de un duelo porque por un lado es la amenaza y el riesgo permanente a nuestra salud y en muchos casos a la vida misma,  sentimos que la muerte puede estar a la vuelta de la esquina, por otro lado está otra pérdida: la de nuestro estilo de vida. Podemos tener malestares físicos además de ansiedad, angustia.
Pero todos contamos con  una fuerza interior, una energía  que nos empuja a salir adelante, a no quedarnos y también contamos con algún apoyo de nuestro entorno,  la familia, amigos; igualmente son pilares la música, la pintura, ejercicios de relajación, meditación, la actividad física, la lectura, escribir, etc. Usemos la mente  para viajar a algún lugar placentero, la imaginación pensando cómo serán las nuevas formas de convivir mientras esta pandemia se termina.
Si sentimos que no avanzamos pidamos ayuda, hay muchas instituciones que gratuitamente ofrecen sus servicios por internet o a alguien de nuestra confianza.
A buscar esa fortaleza en nuestro interior para seguir avanzando,

Margarita Arboleda
Psicóloga-Psicoterapeuta