viernes, 24 de mayo de 2019

Los Abuelos como Maestros

Cuando pensamos en abuelos y nietos varias preguntas se nos vienen a la mente: ¿qué significa ser abuelo?, ¿cómo asumen los abuelos este nuevo papel en la vida?, ¿qué expectativas tienen sus propios hijos hacia ellos como abuelos?, ¿qué significa para los nietos tener abuelos? Y como éstas muchas preguntas más.
Resultado de imagen para abuelos y ninosEntramos en un mundo realmente interesante y muy rico porque se juegan muchos afectos, ilusiones, responsabilidades, que se van tejiendo día a día en la relación entre abuelos y nietos.
En esta línea pensar en los Abuelos como Maestros, podemos decir que sí es una función del ser abuelos, porque éstos llegan a ser unos verdaderos Maestros de la Vida, son ellos quienes enseñarán a sus nietos la continuidad de la existencia, les transmitirán los valores familiares, las costumbres propias, así como también les presentarán la época en la que ellos fueron niños, jóvenes, adultos y tuvieron sus propios hijos.
El ser abuelos les brinda a las personas un nuevo motivo para su existencia y cuando pensaban que ya habían terminado todas sus funciones, les llega de pronto otra, que los llenará de ilusiones y sentirán lo importante que son tanto para sus hijos, pues siguen siendo padres, como para sus nietos, que ven en ellos a unas personas que los aman incondicionalmente, que disfrutan de su compañía, que tienen tiempo y disposición para pasarse largas horas, ya sea contando un cuento, inventando historias y juegos, preparando galletitas, construyendo juguetes que no funcionan con pilas, pero que les permitirá tener una relación cara a cara con el abuelo o abuela y gozarán el momento de la preparación, ya sea del postre, o del nuevo juguete, como una cometa por ejemplo y celebrarán juntos el resultado final de su tarea.
Es una etapa hermosa de la vida, en la que los nietos disfrutarán y se enriquecerán con la compañía de sus abuelos.
Carmen Fernández Gonzales
Psicóloga-Psicoterapeuta
Miembro del Equipo Directivo  


lunes, 20 de mayo de 2019

“La importancia de los cuidados en la infancia”


“Cómo repercuten los primeros cuidados de la infancia en su desarrollo”

En la primera etapa de la infancia (de 0 a 1 año 6 meses aproximadamente) resaltamos  la importancia de la manera cómo una madre se acerca a su bebé,  lo atiende. Se forma una diada y entre los dos se va tejiendo un vínculo de dependencia muy especial.

Una mamá bien dispuesta es la que mira a los ojos a su bebé, le habla, le canta, lo acaricia, lo mece, está atenta a las señales y responde a ellas. El bebé no necesita una madre perfecta, solo “una madre suficientemente buena”, como nos dice Winnicott. En esta etapa la tarea del padre es sustancialmente sostener, apoyar  a la madre. 

Resultado de imagen para mamá que acoge a su nino
Si un bebé se siente querido, protegido, cuidado, atendido en sus necesidades desarrollará, como lo menciona Erick Erickson, el sentimiento de confianza básica  en  las personas que lo rodean,  algo  muy saludable y que teñirá su estilo de interrelación.

Sabemos que los malos tratos, la violencia, el abandono, la negligencia interfieren en el desarrollo y dejan huellas, muchas veces irreversibles.
Si en  el núcleo familiar se da un ambienta estable, donde se vive la preocupación por el otro, donde se escuchan, se validan las ideas y sentimientos de cada uno de sus miembros, se estará cultivando la capacidad de empatía y la capacidad de enfrentar el estrés, contribuyendo al bienestar.


Barudy,  en “Los buenos tratos en la infancia” nos dice que: “El cuidado mutuo y los buenos tratos son una tarea humana de vital importancia que moldea y determina la personalidad, el carácter y la salud”.  

Margarita arboleda
Psicóloga Psicoterapeuta

domingo, 5 de mayo de 2019

Perdonar a quien beneficia?



Conocemos personas que parecen andar por la vida a la pesca del mínimo detalle que las “ofenda” guardando, acumulando en su baúl interior mucho resentimiento. Pueden ser grandes sucesos pero también pueden ser  pequeños eventos o interpretaciones que les dan a los hechos.
 Un ejemplo sencillo de la vida cotidiana: Marcia camina por la calle y ve a una amiga por la acera de al frente, la saluda  y ella no le responde. Puede haber varias miradas con respecto al hecho:
Una puede ser: “esta malcriada, qué se ha creído, es una sobrada, se olvidó de que es mi amiga o se habrá molestado conmigo”.  Con esta interpretación piensas en lo negativo, reniegas o te resientes, te ofendes. Todo ello genera disconformidad,  malestar, cólera o pena,  todas estas emociones negativas y  la única persona perjudicada es a sí misma.

La otra mirada sería: “ Uf esta Juanita qué distraída, ja ja” o “no me debe haber visto” o “quizá esté abstraída con algún problema, qué le pasara”. Esta mirada es más saludable porque en realidad uno no sabe el por qué,  sino tan solo está suponiendo qué le habrá pasado, tratando de comprender  y de esa manera se sentirá mejor y pasa la página. 




El resentimiento se va acumulando dentro de uno mismo y va tiñendo tu mundo interior de amargura, ocupando mucho espacio,   dejando poco lugar para guardar cosas positivas, alegres. Dependiendo del tipo de interpretaciones es que surgirán diferentes emociones, recordemos esto.
Otro ejemplo más relevante y significativo es el que tuvimos atendiendo en consulta dos hermanos, adultos mayores cuyo padre nunca vio por ellos, jamás les dio nada ni les  mostró preocupación ni cariño, se fue cuando ellos eran niños.
Ella expresaba “fue un desgraciado, un mal hombre, no puedo personar lo que nos hizo”, menciona con mucha rabia.
El manifestaba “Bueno, yo lo extrañaba pero no le guardo rencor, quizá no tenía capacidad para hacer otra cosa; y sonriendo dijo “aunque sea le debo un espermatozoide,  si no, no  estaría aquí siendo quien soy”.
La hija con las heridas abiertas y se defiende del mundo con una actitud agresiva y él vive en paz consigo mismo y perdonó aunque no le pidieran perdón
Perdonar significa limpiar tu alma desechando lo que no te sirve para vivir bien, lo que te sujeta. Con el perdón, lo vivido se torna una experiencia que  fortalece y  permite crecer, enfrentando el mundo con los ojos más abiertos.  Comparto un poema de José Martí
Cultivo una rosa blanca
en  junio como en enero
para el amigo sincero
que  me da su mano franca;
y para el cruel que me arranca
el  corazón con que vivo
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo una rosa blanca!

Margarita Arboleda Boza
Psicóloga y Psicoterapeuta